El pisto es un plato tradicional de la cocina española que a mí personalmente me encanta. Es un plato sencillo y versátil que parte de una base de verduras de la huerta de temporada pochadas con tomate. El más conocido es el pisto manchego, que en su receta original se compone únicamente de pimientos y tomate, aunque dependiendo de la zona geográfica podemos encontrar distintas versiones que incluyen otros ingredientes como patata, berenjena, calabacín, huevo o calabaza.

El ingrediente más característico de este plato es el tomate, el cual es rico en vitaminas A y C, y minerales como el potasio, el magnesio y el calcio. Entre sus propiedades se encuentran que es un poderoso antioxidante, reduce la tensión arterial y el colesterol, ayuda a desintoxicar nuestro organismo y previene la osteoporosis. Además, el tomate ayuda a prevenir y combatir algunos tipos de cáncer como el de próstata, pulmón, mama y cuello del útero gracias a su contenido en licopenos y glutatión. ^[1]

El origen del pisto no está muy claro, según la RAE, la palabra pisto proviene del latín pistus que significa «machacado». Entre sus acepciones se encuentra la de «jugo que se obtiene de la carne de ave»^[2], por lo que se cree que este plato lo cocinaban campesinos de La Mancha en un principio con verduras accesibles de la huerta y caldo de ave, y que posteriormente se transformó gracias a la incorporación del tomate y del pimiento procedentes del Nuevo Mundo^[3]. Sin embargo, otros autores como Néstor Luján aseguran que la alboronía (del árabe al-baraniyya) es el precursor de todos los pistos. Este plato es una receta originaria de la gastronomía andalusí. Según cuenta la leyenda, se sirvió por primera vez en honor a la princesa Al-Buran el día de su boda con el califa Al-Ma’Mun y gustó tanto que se siguió utilizando en bodas y celebraciones durante la época mozárabe. ^[4]

En esta receta haremos nuestro pisto con calabacín y berenjena, aunque recuerda que puedes usar los ingredientes que más te gusten, respetando siempre los tiempos de cocción de cada ingrediente.

Ingredientes Para 3-4 raciones

• Aceite de oliva virgen extra
• 2 ajos
• 1 cebolla
• 2 pimientos
• 1 calabacín
• 1 berenjena
• 400 gr. de tomate triturado
• Sal
• Pimienta negra
• 1/2 cucharadita de comino

Preparación

1. Empezamos por lavar bien las verduras. Pelamos y picamos los ajos finamente. Picamos también la cebolla, los pimientos, el calabacín y la berenjena en dados de aproximadamente 1 cm de ancho.

2. En una sartén o cacerola baja echamos un chorrito de aceite de oliva y, cuando esté caliente, incorporamos los ajos y la cebolla picados. Rehogamos durante unos 10 minutos a fuego suave.

3. A continuación, añadimos los pimientos y seguimos pochando a fuego suave durante 10 minutos más, removiendo de vez en cuando.

4. Incorporamos el calabacín y la berenjena a la sartén y seguimos rehogando hasta que que estén tiernos todos los ingredientes.

5. Por último, añadimos el tomate triturado, el comino y salpimentamos al gusto. Removemos con una espátula y lo dejamos pochar a fuego suave durante unos 20 minutos aproximadamente, hasta que la salsa de tomate coja consistencia y cambie de color, cuidando no deshacer el calabacín.

Ya está listo nuestro pisto con berenjena y calabacín. Lo puedes servir como plato principal acompañándolo de un huevo frito y patatas fritas, como guarnición, servirlo con pasta o usarlo como relleno de empanadas, empanadillas o lasaña. Yo he optado esta vez por acompañarlo con arroz salteado. ¡Buen provecho!

Referencias

[1] Definición de la palabra pisto. www.rae.es
[2] Pisto manchego. Historia. www.wikipedia.com
[3] Alboronía, un plato de legado Andalusí. www.larentacocinabar.com
[4] Propiedades y beneficios del tomate. www.mejorconsalud.com